lunes, 1 de diciembre de 2008






TURISMO CULTURAL-ARQUEOLOGICO
UNA ALTERNATIVA PARA EL DESARROLLO DE SÍGSIG



El cantón Sígsig ostenta el titulo de Patrimonio Cultural del Ecuador, razón por la cual consideramos que, si el patrimonio vale, será para algo, para utilizarlo de alguna manera, sea cual sea, desde la pura contemplación extática hasta el uso como reclamo turístico. Desde esta óptica nuestro pueblo presenta numerosas oportunidades para el desarrollo del turismo cultural-arqueológico que no deben seguir siendo destruidas y hasta desaprovechadas por la colectividad como por ejemplo: Chobshi, Shabalula, los caminos precolombinos, las terracerías de Güel, Ayllón, Fazayñan, etc. que son silenciosos testigos de este esplendoroso pasado cultural.
Quienes conformamos la asociación de turismo “JATUN ÑAN” planteamos esta alternativa de turismo cultural-arqueológico para nuestro cantón, el mismo que debe ser entendido como el rescate y la valoración de los atributos naturales y culturales y, a la ves creemos que el patrimonio arqueológico debe ser protegido no solo porque es herencia, que una vez destruido es irrecuperable, sino porque también es una oportunidad para el progreso de nuestro pueblo.
Debemos considerar que este tipo de turismo “Cultural-arqueológico” se presenta como la opción más ventajosa y racional para el rescate de nuestra identidad y cultura, pero para esto es importante que las autoridades, instituciones, comunidades y pobladores en general se involucren, para lograr una comunicación fluida y transparente, para lo cual es imprescindible la puesta en valor, es decir su identificación y estimación.
Proyectar un modelo turístico a través de los bienes arqueológicos con el fin de que se reviertan en una creciente identificación de la población con su propia cultura, y a la vez que puedan ser aprovechados por el turista sin que este produzca impactos socioeconómicos, culturales y ambientales negativos, considerando por lo contrario como factor de desarrollo sostenible es nuestra visión, por lo tanto se puede considerar a los bienes arqueológicos como un recurso social, cultural y económico, para su utilización tanto educativa como comercial, ya que este, bien planificado y manejado puede aportar grandes beneficios a la comunidad generando empleos y estimulando a la economía local. Por otro lado este tipo de turismo puede ser entendido como una búsqueda de conocimientos por parte del visitante que lógicamente debe ser correspondido con una oferta de conocimientos, “valga la redundancia”
El turismo cultural-arqueológico en nuestro cantón no solo es posible sino que también constituye, una necesidad y la mejor opción para el desarrollo social.




SÍGSIG, UNA NECESIDAD SOCIAL DE PROTEGER NUESTRO PATRIMONIO CULTURAL


Hoy en día en el contexto de la comunicación planetaria existe el riesgo de una estandarización de la cultura, sin embargo, para existir cada persona necesita dar testimonio de su vida diaria, expresar su capacidad creativa y preservar los trazos de su historia. Esto solamente se logra a través de la protección del patrimonio cultural ya que la importancia de este, deriva fundamentalmente de su contribución a la formación y mantenimiento de la diversidad e identidad de un pueblo. “Un pueblo sin patrimonio cultural es un árbol sin raíces, sin sustento histórico, sin la savia nutriente que le permite crecer hacia el futuro, el patrimonio cultural es la columna vertebral que permite que los pueblos puedan proyectarse hacia su propio destino histórico.”(CUEVA JARAMILLO, Juan. “Patrimonio cultural y cooperación internacional” En: Boletín informativo CIDAP. N° 11. 1982. Pág. 16)
El Sígsig ha sido por sus tradiciones y el dinamismo de su gente uno de los cantones con más sabor dentro de la provincia del Azuay ¡y porque no decirlo a nivel nacional! Aquí provienen las huellas de una historia milenaria, sus calles aun conservan testimonios arquitectónicos vivos de una vida anterior y de una renovada vigencia. Nuestra historia honra a sus pobladores que desde los tiempos remotos de la colonia fueron los primeros en defender nuestro territorio.
Los Sigseños cuidadosos de nuestro legado histórico-cultural e impulsados por el afán del progreso sentimos la doble responsabilidad de avanzar, innovar y además de conservar nuestro pasado ya que de ello depende en gran medida de nuestro futuro.
Pero ¿Cuál es nuestro patrimonio cultural? ¿Qué utilidad le podemos dar en nuestras vidas? Partimos en principio que patrimonio cultural es un complejo sistema de símbolos de identidad que el pueblo crea o preserva a través del tiempo.
Desde este contexto nuestro patrimonio esta constituido por todas aquellas expresiones tanto materiales como inmateriales que nos han dejado nuestros antepasados, que por su valor arqueológico, histórico, arquitectónico, artístico, etnológico, etc. tiene una importancia relevante para la identidad y permanencia del pueblo a través del tiempo. “Los bienes que constituyen patrimonio cultural, no son para venerarlos pasivamente, sino para que cada día, aumentando el nivel de conciencia critica mejorar la calidad y la autenticidad para que las nuevas creaciones respondan al presente momento histórico y saquen el máximo provecho de la potencialidades educativas del patrimonio cultural” (VARIOS AUTORES “El patrimonio cultural como base para la elaboración de la propuesta pedagógica creativa de la inspiración nacional.” INAP Andrés Bello. 1997. Pág. 41.)
Es por todo esto que dichos bienes requieren de una protección y defensa especial de manera que puedan ser disfrutados, valorados y aprovechados adecuadamente por todos los ciudadanos y transmitidos de la mejor manera posible a nuestras futuras generaciones, ya que este es el conducto que vincula a la gente con su historia y sobre todo por que ayuda a entender a los otros pueblos y de manera especial representa la fuente vital de una identidad profundamente arraigada en la historia y constituye los fundamentos de la vida.
Lamentablemente absurdas concepciones de tendencia modernista ha hecho creer que preservar los bienes culturales obstaculiza el desarrollo de un pueblo y por ende conduce a la perpetuación de la pobreza. Por otro lado el desconocimiento, la ignorancia, la falta de difusión o por la negligencia de ciertos políticos ha llevado a la depredación de nuestro patrimonio y de esta manera se ha conseguido que la declaratoria de patrimonio cultural que fue otorgada por el Instituto nacional de patrimonio cultural (INPC) el 19 de agosto del 2002 se quede solo en archivos pasando a ser una historia olvidada.
Si queremos prevalecer firme nuestra identidad es recomendable que la colectividad sigseña mantenga una dualidad entre el pasado y el presente, reclamar y rescatar nuestro patrimonio es la mejor vía para el resurgimiento del cantón y permitir de esta manera que las generaciones futuras puedan vivir en coherencia con sus referencias pasadas. “Es indispensable defender el patrimonio cultural si queremos que el equilibrio permanezca en los procesos de cambio que indefectiblemente tiene que darse en los pueblos, renunciar al patrimonio cultural es pretender convertir a las colectividades humanas en entes carentes de alma, desprotegidos y desenraizados” (MALO, Claudio. “Patrimonio cultural” En: Artesanías de América, revista del CIDAP. N° 25, 1987. Pág. 11. CIDAP-Cuenca)
La búsqueda de la identidad a partir de nuestra propia herencia histórico-cultural nos ayudará a tener una autentica conciencia de lo que somos y a convivir mejor dentro y fuera de nuestro pueblo. Velar para que se respete, conserve y restaure es deber y compromiso de todos.
¿Como podemos amar algo que no conocemos y como podemos defender algo que no amamos?